Es indiscutible el papel que tiene una dieta saludable en la construcción del bienestar en general. No solo tiene que ver con la prevención del sobre peso, sino de una serie de afecciones que podemos evitar desde una mejor alimentación.
Conocer y aprender sobre los productos es la forma correcta de aprender a comer y sacar partido de las frutas y verduras. Una de las frutas de pulpa abundante, dulce y refrescante es la cereza. Pero, además, de muchos beneficios para la salud.
Temporada y cultivo de Cerezas
La flor de sakura, la flor del cerezo, es proveniente de Japón, donde se evidencia una auténtica devoción simbólica y tradicional. De papel protagónico en la celebración del Festival del Hanami.
Dadas las condiciones de clima para el cultivo del cerezo, la producción se concentra en regiones de clima templado. Entre los países de mayor producción se encuentran Turquía, Estadios Unidos, Irán, Italia, España y chile.
La temporada de este fruto es mucho más longeva que la correspondiente a su floración. Lo que quiere decir que podemos disfrutar de estas frutas maravillosas por mucho más tiempo.
En un sentido más específico, aquellas cerezas que ostentan un mayor tamaño, son las que cuentan con una mejor textura y sabor. Ideales en la preparación de todo tipo de postres y acompañamientos dulces. Perfectas en la elaboración de mermeladas y compotas, en conserva, en la preparación de pasteles y mousses, hasta para destilar licores.
Sin embargo, consumir estas frutas crudas para conservar todas sus propiedades nutricionales, es la forma de aprovechar al máximo sus beneficios para nuestra salud. Por supuesto, hay que aprender a comparar las de mejor calidad, sabor y textura, tomando en cuenta desde su origen y tratamiento.
En principio, la cereza es una fruta de verano. En España, la cosecha y recolección de cerezas inicia entre los meses de abril y mayo en las zonas de cosechas más tempranas de Aragón. Mientras que, en Valle del Jerte, se prolonga entre los 100 y 130 como una de las regiones de recolección más tardías.
Durante la estación de invierno, los árboles de cerezos acumulan suficiente frío para destacar en una hermosa y abundante floración a principios de primavera. Lógicamente, estas temperaturas de frio intenso son necesarias. De ahí que cuando el invierno ha sido más caluroso, la floración llega un poco más tarde.
Por lo tanto, la floración indica que las cerezas estan es su mayor punto óptimo de recolección. En resumen, los días de sol y las suaves temperaturas de primavera, adelantan la cosecha.
¿Cuáles son las propiedades nutricionales de las cerezas?
El gran contenido nutricional de las cerezas más allá de su aspecto atractivo, convierten a esta fruta en una auténtica y abundante fuente de vitaminas C, A y K, asi como también es rica en minerales como el potasio, magnesio, hierro, calcio, alta en fibra y ácido fólico.
Por si fuera poco, las cerezas destacan por sus amplias propiedades antioxidantes y antiinflamatorias. Lo que la convierten en una fruta de gran carácter terapéutico y medicinal.
Esto debido a su alto contenido de ácido elágico y a las antiocioninas, lo que hacen de la cereza la fruta con la mayor cantidad de flavonoides, como la quercetina.
Adicionalmente, también es una fruta con escaso contenido en grasas, proteínas y colesterol. Por el contrario, muy rica en fibra e hidratos de carbono, aproximadamente en un 13% de su peso. Con un aporte calórico de unas 59 calorías por cada 100 gramos.
Por último, las cerezas ostentan una propiedad poco común en muchos alimentos, pues contiene melatonina o N-aceil.5-metoxitriptamina. Una hormona con un papel muy importante en la regulación de los ciclos del sueño. Además de que también ayuda a equilibrar nuestro ritmo cardíaco.
¿Cuáles son los beneficios de las cerezas para la salud?
Esta amplia gama de propiedades nutricionales de las cerezas, se traduce en múltiples beneficios para nuestra salud integral.
Contenido de Melatonina
Las cerezas, las más ácidas, son las frutas de mayor contenido en melatonina. Esta hormona ejerce un papel esencial en el proceso de regulación de los ciclos de sueño asi como el refuerzo del sistema inmunológico. Asi que el consumo de cerezas como parte de la dieta diaria, ayuda como una importante fuente suplementaria de esta hormona.
Adicionalmente, a consecuencia del proceso de envejecimiento natural, las personas dejamos de producir cantidades de melatonina de ahí que sea esencial el consumo de esta a través de estos alimentos como la cereza.
Propiedades y efectos depurativos
El consumo de cerezas para la digestión resulta excelente gracias a su efecto depurativo intestinal. Este poder diurético y depurativo de la cereza se debe a varios factores. Uno de ellos está asociado a la cantidad de ácidos orgánicos que posee, tales como el succínico málico y cítrico. Lo que estimulan a las glándulas digestivas de nuestro cuerpo. El otro factor tiene que ver con su alto contenido de pectina. Esta es una fibra vegetal con efecto laxante.
Además, debido a las antocianinas, sustancias responsables de darles ese color intenso rojizo, las cerezas son una fuente coadyuvante en el proceso de eliminación de las toxinas de nuestro cuerpo, lo que permite también combatir el estreñimiento.
Contra el reumatismo, gota y artritis
Otro beneficio que aporta el consumo de cerezas, que está asociado a sus propiedades depurativas, junto al efecto antioxidante y al ácido salicílico, es que contribuye a reducir de forma significativa los procesos de inflamación y oxidación de nuestro organismo.
De ahí que, gracias a que las cerezas destacan por la gran cantidad de antioxidantes flavonoides son especialmente recomendadas por su poder antiinflamatorio y protector del sistema inmunológico. Especialmente para combatir dolores musculares y de tendones.
En la reducción del riesgo de diabetes
Otra de las destacadas propiedades de estas frutas, es que poseen un escaso índice glucémico. Sumado a su alto contenido en fibra, es muy útil para al control glucémico. De hecho, las cerezas actúan como un poderoso estimulante de la secreción de insulina en el páncreas, que es superior a un 40%.
En este mismo contexto, una de las grandes aportaciones del consumo de cerezas para nuestra salud, está asociado a la reducción de los niveles de colesterol y triglicéridos en la sangre. Lo que evita su acumulación en el hígado, contribuyendo a evitar trastornos en las funciones hepáticas y formación de cálculos biliares en la vesícula.
En la prevención de la pérdida de la memoria
Según numerosos estudios, el consumo de cerezas contribuye en la prevención de la pérdida de memoria y enfermedades como el Alzheimer. Debido a su alto contenido de antioxidantes, resulta excelente para aumentar los niveles de concentración en pro de una buena salud mental.
Por último, los nutricionistas recomiendan el consumo de cerezas en las dietas dedicadas a combatir el sobre peso, debido a sus propiedades laxantes y diuréticas.