En la actualidad, la mayoría de las personas consumen comidas rápidas que no son saludables y estas provocan complicaciones en la salud.
Para tener una vida saludable, es fundamental consumir alimentos que también lo sean, como, por ejemplo, los frutos secos.
Estos son buenos como refrigerios, porque no son caros, son sencillos de empaquetar y almacenar para llevarlos a cualquier lugar.
Lo más importante, es que contienen ácidos grasos monoinsaturados como el Omega 3 y son una fuente de proteína vegetal.
Estos ayudan a mantener el cuerpo en perfectas condiciones a medida que va pasando el tiempo, así que es recomendable para los adultos mayores.
En este artículo veremos para qué es bueno el consumo de los frutos secos y qué porción es la indicada para ingerir.
Beneficios de los frutos secos
Los frutos secos son alimentos saludables que se encuentran en su forma sin sal, y existen muchas opciones como ciruelas pasas, avellanas, nueces, almendras, pasas, pistachos, entre otros.
Estos aportan horas de energía y no contienen azúcares ni grasas insalubres. Además, pueden consumirse en cualquier momento del día, como a mitad de las comidas o en el desayuno. Estos son buenos porque:
Ayudan al corazón
Las investigaciones han demostrado que comer frutos secos de forma constante reduce los niveles de inflamación que se relacionan con la diabetes y la enfermedad cardíaca.
Seguir una dieta saludable que incluya los frutos secos contribuyen a lo siguiente:
- Disminuir la inflamación asociada con enfermedades cardíacas.
- Mejorar la salud de las arterias.
- Reducir el riesgo de coágulos sanguíneos, que provocan ataques cardíacos y accidentes cerebrovasculares.
- Disminuir el riesgo de muerte prematura por una enfermedad cardíaca.
- Reducir el peligro de tener la presión arterial alta.
- Disminuir los niveles de los triglicéridos y colesterol no saludable, que bloquean las arterias.
Protegen los músculos y los huesos
Los frutos secos son ricos en minerales como magnesio, calcio y potasio. Esta combinación ayuda a contribuir y fortificar en la mineralización de los huesos, previniendo enfermedades como la osteoporosis.
Aparte, su contenido de proteína vegetal y magnesio disminuye los calambres musculares y favorece la regeneración de los músculos luego de un día de actividad.
Por otro lado, la nuez de pecan tiene propiedades anti inflamatorias, que favorecen la salud de las articulaciones y combate los síntomas de enfermedades como la artritis reumatoide.
Producen nutrientes para el cabello y la piel
En la tercera edad, es normal que comiencen a aparecer afecciones de la piel, porque la producción de elastina y colágeno se ve perjudicada al pasar los años.
El cuerpo necesita tener esos nutrientes y se consiguen por medio de los frutos secos como las almendras, que tienen altos niveles de vitamina E y proteína.
Esta vitamina es primordial para el cuidado del cabello, piel e incluso para fortificar los dientes, que también se ven afectados durante la edad avanzada.
También, los anacardos son excelentes para colaborar en la formación del colágeno.
Poderosos antioxidantes para las células
En las edades avanzadas es importante ingerir alimentos antioxidantes, ya que atrasan el envejecimiento celular e impiden el daño que producen los radicales libres a los que el cuerpo se expone.
Los frutos secos poseen antioxidantes como Selenio y vitamina E que ayudan a mantener el organismo en perfecto estado y a prevenir enfermedades degenerativas, como, por ejemplo, el cáncer.
Grasas saludables y fuente de energía
Las grasas saludables son fundamentales para la alimentación de las personas mayores, con el propósito de otorgarles la vitalidad y la energía que necesitan.
Para este objetivo, los frutos secos son ideales, ya que contienen grasas poliinsaturadas que ayudan al organismo a absorber las vitaminas liposolubles.
Favorecen la memoria y el sistema nervioso
Las avellanas y las nueces son perfectas para mejorar el sistema nervioso, mientras que el pistacho ayuda a mantener el equilibrio hormonal.
Lo que favorece la salud del cerebro y mejora el estado de ánimo, aparte de optimizar los procesos cognitivos de memoria y aprendizaje.
Su contenido de magnesio y fósforo es esencial para mantener la salud del cerebro.
Es así, como los frutos secos son aliados de la alimentación geriátrica que previenen enfermedades como la demencia cognitiva y el Alzheimer.
Ayudan a preservar un peso saludable
Para los adultos mayores es importante tener un peso saludable, pues la obesidad complica y crea varias patologías, como la diabetes o molestias en la espalda y articulaciones.
Los frutos secos como las nueces de Brasil ayudan a mantener las tiroides equilibradas.
De modo que, el contenido de fibra que está presente en los frutos secos regula el tránsito intestinal y previenen el estreñimiento.
También, mantienen un peso saludable ocasionando un efecto saciante y combatiendo la ansiedad.
Combaten la anemia y aumentan la hemoglobina
Las nueces y los pistachos son una rica fuente de hierro, así que son imprescindibles para las personas anémicas.
En ellos se encuentran nutrientes esenciales como grasas insaturadas, vitamina B y minerales como fósforo y cobre en frutos secos.
Ayuda a estimular la regeneración de células sanguíneas en el cuerpo y en la hemoglobina. La energía y la resistencia aumentan con pistachos, almendras, anacardos e higos.
Combaten la depresión y la ansiedad
Los frutos secos tienen betacaroteno, el cual es un antioxidante esencial que ayuda a combatir la ansiedad y la depresión.
¿Qué porción de frutos secos comer?
Aunque la mayor parte de los frutos secos contiene grasa saludable, estas suelen sumarse, así que deben comerse con moderación.
Los adultos deben comer un aproximado de 4 – 6 porciones de frutos secos sin sal a la semana como parte de una buena alimentación.
En los niños, las recomendaciones de las porciones giran en torno a su edad, debes preguntarle al pediatra cuántas porciones son las indicadas.
Escoge frutos secos crudos o tostados en seco, en lugar de los que son cocidos en aceite.
Una porción son 2 cucharadas de mantequilla de frutos secos o un puñado pequeño (1,5 onzas o 43 gramos).
Lo más recomendable es escoger frutos secos sin azúcar y sin sal, ya que al agregar uno de ellos anulan los beneficios saludables para el corazón.
En conclusión, los frutos secos son buenos porque sirven para muchas cosas, por ejemplo, prevenir enfermedades, combatir el estreñimiento, tienen propiedades antienvejecimiento y mucho más.
Sus beneficios son infinitos, no importa en qué momento del día se ingieren, lo importante es comerlos todos los días en una cantidad moderada para poder aprovechar al máximo sus propiedades.